¿Imaginas cómo debía ser un viaje por el Japón más profundo hace 300 años?
Pueblos medievales, bosques tupidos en los que el único sonido es el silencio, pequeñas casas de té en mitad de la naturaleza donde reponer fuerzas (si te flipa este tema, léete este libro pero ya).
¿Y si te digo que puedes vivir en tus carnes este viaje metiéndote en la piel de un comerciante de antaño?
La ruta Nakasendo se extendía a lo largo de 534 kilómetros entre Kioto y Tokio, cruzando el valle del Kiso y estaba formada por 69 estaciones de descanso o shukuba.
Quizá acabas de leer 534 km y te ha dado un jari pensando que estoy muy loca proponiéndote hacer “El camino de Santiago a la japonesa”.
Tranqui, para meterte 534 km entre pecho y espalda deberías estar más en forma que las yayas que hacen aerobic por las mañanas y disponer de un porrón de días.
La ruta que te propongo se limita a recorrer uno de esos tramos o etapas, exactamente la que une dos pueblos que quitan el hipo, 8 km de disfrute entre Magome y Tsumago.
Estos dos pueblos que tienen nombre de Tamagotchi, son dos TOP, VIP de cualquier listado de rincones que no puedes perderte en Japón.
Durante 3 siglos, la ruta la petaba: comerciantes, señores feudales, noticias, chismes… todo se movía por allí entre juramentos, caballos y trapicheos. Con la llegada de la industrialización, los comerciantes sustituyeron los carros por los trenes y la ruta y sus estaciones de descanso perdieron su función.
Gracias a este “olvido”, ambos pueblos se libraron del cemento y las torres de mini pisos, manteniendo el encanto y aspecto tradicional. En el siglo XX, con el boom económico, decidieron incentivar el turismo restaurando casas al estilo tradicional, prohibiendo el tráfico y soterrando cables de electricidad.
Japón es como un libro infantil de esos en los que al final del capítulo debías elegir entre una opción u otra. Cada una de ellas te llevaba a una historia con un desenlace diferente.
Lo que ocurre en Japón es que, este planteamiento, se presenta al principio, justo en el momento en que decides planificar un viaje por el país nipón de 2 o 3 semanas.
Una de las opciones te lleva al futuro, a los neones, los rascacielos, las calles abarrotadas y la peña de 40 años disfrazada como un dibujo infantil. Todo muy loco.
La otra te mete de lleno en el Japón más ancestral; en los ritos y tradiciones que se mantienen intactos desde hace tropecientos años.
¿Qué vas a elegir?
Sí, lo sé. Lo quieres probar todo. Yo también adelantaba varias páginas para ver cómo comenzaban ambas historias y escoger una.
En esta ocasión, ya has decidido.
Lo has hecho en el momento de hacer clic en este artículo: Ruta Nakasendo: guía de viaje al Japón ancestral.
Te gusta lo viejuno (como a mí). Cuanto más huela a naftalina, mejor.
Pues al lío.
- Mejor momento para hacer la ruta Nakasendo
- ¿Se puede hacer la ruta Nakasendo en un día?
- Cómo llegar a Magome para empezar la ruta Nakasendo
- Consejos para realizar la ruta Nakasendo
- Nakasendo: paradas imprescindibles
- Cómo volver de Tsumago a Magome al terminar la ruta
- Dónde dormir en la ruta Nakasendo
- Tsumago: el fin de tu ruta Nakasendo
Mejor momento para hacer la ruta Nakasendo
Si piensas en cuándo visitar Japón te vendrán a la mente dos épocas: primavera por los cerezos en flor y otoño por los bosques rojizos que quitan el hipo.
Estas dos fechas son las mejores para realizar la ruta (y para ver Japón en general) por el clima (ni frío, ni calor) y por la belleza del paisaje.
¿Qué pasa si viajas a Japón en verano o en invierno?
Pues nada, vas a disfrutar igual. Pasarás más calorete o más frío pero… ¡qué más da, vas a estar en Japón!
Yo realicé la ruta en invierno, exactamente en Navidad. Soñaba con que estuviese todo nevado, imaginaba recorrer esos 8 km entre bosques blanco nuclear y se me ponían los pelos como escarpias. Ese año a penas nevó y mi gozo se quedó en un pozo (algo raro en Japón en esas fechas y en esa zona) pero disfruté muchísimo de la ruta de todas formas.
Ojo. Invierno con todo nevado tiene que ser acojonante pero Navidad diría que es una de las peores épocas para hacer la ruta ya que los japoneses no viven la Navidad como nosotros. Olvídate de las luces, el pino y el roscón de Reyes. Para ellos el final del año es una época de recogimiento y limpieza por lo que la gran mayoría de hostales y tiendas de Magome y Tsumago están cerrados esos días.
¿Se puede hacer la ruta Nakasendo en un día?
No. Bueno… sí pero no te lo aconsejo.
Que sí, que 8 km se hacen en una mañana pero llegar hasta allí desde Kioto o Tokio requiere de tiempo. Además, la gracia no es hacer la ruta corriendo y marcar un check más en el viaje sino disfrutar con calma de ambos pueblos, de tomar un té con toda la pachorra, comerte un ramen, hartarte a sake charlando con algún otro viajero, hablar con la señora japonesa que te sonríe al pasar por delante de su casa… eso que se llama ahora slow travel o lo que toda la vida de Dios viene siendo disfrutar del momento.
Para hacerla con calma necesitarás 3 días, uno para llegar y asentarte en Magome, otro para hacer la ruta y disfrutar de Tsumago y el último de vuelta a la ciudad que desees.
Cómo llegar a Magome para empezar la ruta Nakasendo
Desde Tokio a Magome
Tienes que coger el tren JR Tokaido Shinkansen en la estación de Tokio hacia Nagoya.
El modelo o tipo de tren que debes reservar si tienes la Japan Rail Pass es el Hikari (los trenes Nozomi no están cubiertos por el JR Pass). La duración de este trayecto son dos horas y media
Al llegar a Nagoya, tienes que hacer un transbordo al JR Shinano Limited Express hasta la estación de Nakatsugawa (sí, es impronunciable). El trayecto es de 1 hora y pico.
Cuando llegues a la estación Nakatsugawa, tienes que coger un bus hasta Magome de unos 40 min. Los autobuses salen de la puerta de la misma estación de Nakatsugawa, no tiene perdida. Eso sí, hace más paradas que el bus escolar.
En tu mente échale 4-5 horitas desde que sales de Tokio hasta que llegas a Magome.
Desde Kioto a Magome
Sería el mismo recorrido que desde Tokio pero en este caso saliendo desde la estación de Kioto hasta Nagoya.
Desde Nagoya, misma ruta hasta llegar a Magome.
Consejos para realizar la ruta Nakasendo
- Reserva el alojamiento con antelación. Magome y Tsumago son dos pueblos pequeños con pocos alojamientos por lo que olvídate de la idea —Bueno, ya encontraremos sitio para dormir en algún lado —. Ni de coña. Si vas a finales de año como yo, o reservas con tiempo, o te veo picando las puertas de los japoneses rogando un trozo de suelo.
- Señalización de la ruta. La ruta está señalizada continuamente así que no te preocupes si tienes menos orientación que un cura en una discoteca.
- Sentido de la ruta. La ruta no tiene un sentido establecido como los pasillos del IKEA, es decir, podrías hacerla al revés, de Tsumago a Magome si te apetece pero, ¿por qué en todos los blogs se recomienda hacerla en sentido Magome-Tsumago? Pues porque la 1º parte de la ruta es cuesta arriba hasta el puerto de montaña de Magome-toge (unos 2 km) pero luego comienza a bajar (unos 6 km). Si la hicieses al revés, te dejarías la lengua fuera ya que la subida sería mucho más larga. La segunda razón es que el pueblo de Tsumago es todavía más cuco y mola ir en crescendo con la belleza. Es decir, que llegues a la meta (Tsumago) y flipes con lo bonito que es (OJO, Magome es muy guay también).
- Ropa/calzado. Esto depende de la estación en la que estés. No hace falta que lleves el equipo técnico para subir al Everest, es una ruta muy sencilla.
- Comida / Agua. Te recomiendo que lleves agua en una mochila pequeña y algo de comer si te apetece. A mitad de camino encontrarás la casa de té Tateba-chaya, una posada antigua con un encanto increíble. Allí podrás descansar un rato y tomarte un té gratuito (eso sí, sin pincho de tortilla).
- Maletas. En el caso de que quieras hacer la ruta sin dormir en Magome o Tsumago (no te lo recomiendo pero haya tú), puedes dejar las maletas en la oficina de información turística de Magome o Tsumago entre las 7:00 y las 11:00 y recogerlas entre las 13:00 y las 17:00 horas de ese mismo día en Tsumago (o Magome si haces la ruta al revés). El servicio de consigna está disponible desde finales de marzo hasta noviembre. Osea, si viajas en invierno como hice yo, tienes que dormir en uno de los dos pueblos sí o sí.
- Osos. Lo sé, acabas de leer estas cuatro letras y te has 💩 viva. A lo largo de todo el recorrido encontrarás campanas para ahuyentar a los osos que (se supone) viven en las montañas del valle del Kiso. Tranquila, yo no vi ni uno ni creo que aparezcan por allí pero por si acaso toqué todas y cada una de las campanas como si me fuese la vida en ello.
Nakasendo: paradas imprescindibles
Podría desgranarte cómo es la ruta paso a paso pero creo que perdería todo el encanto. Estamos tan acostumbrados a llevarlo todo tan planificado que viajar y cualquier cosa que veamos pierde un poco la magia.
Por ello, no lo haré.
Tan solo te recomiendo que pares a tomarte un té sí o sí en la casa de té Tateba-chaya y disfrutes de la ruta.
¡Cuéntame a la vuelta!
Cómo volver de Tsumago a Magome al terminar la ruta
Ojo y toma buena nota de esto.
El último autobús que sale de Tsumago hacia Magome es hacia las 4-5 de la tarde.
No quiero ponerte el horario concreto porque, si cambia cuando vayas tú, te puedes cagar en lo más grande. Es decir, recuerda que vuelve pronto, pregúntalo en Magome el día anterior o cuando llegues a Tsumago para tenerlo en cuenta y no darte a la bartola y perder el bus.
Dónde dormir en la ruta Nakasendo
Como te he comentado, es muy importante que reserves el alojamiento en Magome o Tsumago con antelación, tanto si vas en temporada alta (abril-octubre) por la gente que hay y los pocos alojamientos que existen, como si vas en invierno porque muchos cierran.
Yo me alojé en Magome Chaya porque era el único que estaba abierto en Navidad y bueno… si regreso de nuevo no volvería. Es una especie de Hostel a la japonesa con baño compartido y habitaciones con futones. No está mal pero ya tengo el morro un poco más fino.
Aquí puedes echar un ojo a otros alojamientos de en los alrededores de Magome. Mira que en la localización ponga Magome-Juku para asegurarte que está en el pueblo.
He hecho una selección de los que tienen una crítica mínima de 9 para arriba para quitarte el grano de la paja:
Tsumago: el fin de tu ruta Nakasendo
Tras 3-4 horas de caminata, llegarás al premio, la antigua estación de descanso número 42 de la ruta Nakasendo: el precioso pueblo de Tsumago.
La arquitectura de sus casas, los artesanos trabajando, la calma contenida, típica del Japón tradicional… todo te transportará de un plumazo 300 años atrás.
Te sentirás como un comerciante del pasado en busca de un lugar para llenar el cuerpo (estómago) pero no el alma, ésta ya la traerás plena de vivir una mágica experiencia por el Japón más ancestral.
Ojo, algo que NUNCA te puede faltar si viajas por libre es un seguro de viaje.
Un seguro de viaje, además de cubrir todo esto, incluye problemas con tu equipaje, retrasos, robos, repatriación o traslado de un familiar en caso de hospitalización.
Yo también he viajado en el pasado a lo loco pensando que nunca me iba a ocurrir nada pero… “al que anda le pasa”. De hecho, en este viaje, nuestro vuelo Madrid-Roma se retrasó por lo que perdimos la conexión Roma-Tokio. ¡Imagínate qué gracia! Gracias a llevar un seguro de viaje, me dieron 300€ para alojamiento y comidas en ese día que tuve que quedarme en Roma hasta la salida del siguiente vuelo.
Esto es como las vacunas, por favor, coge un seguro, el que más rabia te de pero lleva siempre uno. Si lo reservas desde aquí, te llevas un 5% de descuento por ser lector de este blog.