Qué ver en Jaisalmer: un ciudad-oasis en el desierto

Jaisalmer se conoce como la ciudad dorada de la India y se encuentra a tomar por riau, en la frontera con Pakistán, al oeste de  la provincia de Rajastán.

Para llegar hasta allí lo mejor es coger un tren desde Jodhpur, Jaipur o Delhi. Si aún no tienes creada una cuenta en IRCTC y Clear Trip (RENFE india), puedes aprovechar para registrarte siguiendo los pasos de este artículo para poder comprar billetes online de tren en India.

Las tres primeras sensaciones que tendrás al bajarte del tren son:

1. Esto no parece India. Si señores, nada más poner un pie en el suelo sientes algo diferente, algo extraño, incluso paranormal…la estación de trenes está «limpia». Miras a los lados como no creyendote lo que ven tus ojos, quizás pienses: «¿me he equivocado de tren y estoy en otro país?» Inexplicablemente, Jaisalmer es la ciudad más limpia en la que he estado de India por goleada; tampoco te creas que va a poder arrastrarte por el suelo y salir impoluto, NO.
2. Los indios están un poco mantudos (sin ganas de ná), no se me han echado 400 encima sólo 5 o 6..,ummmm  esto es raro raro raro. Por alguna cuestión todavía sin resolver, los paisanos de Jaisalmer no son taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan pesados como el resto de indios que pude conocer a lo largo y ancho de este fascinante país, ¿será el calor? ¿bromuro? ¿maldición de Krishna?
3. ¡Pero qué calor es este! ¡Como me ponga al sol me frío yo mism@ con mi propio sudor! Si señores, Jaisalmer está en pleno secarral y eso….lo notas. El calor es diferente al resto del Rajastán, abrasa todo lo que se menea tipo pistola láser.

Superado el primer sock de «limpieza», «tranquilidad» y calor necesitas un planning para disfrutar de este precioso pueblo.

El fuerte es la primera imagen que buscan tus ojos cuando bajas del tren: «dónde está, dónde está, ooohhh mira qué chulo».

Se alza sobre una colina y la sensación que tienes al verlo es la de contemplar un castillo de arena que comienza a derrumbarse y, lamentablemente, así es. El agua es el mayor problema de este fuerte, no por su escasez, si no por la cantidad de casas y por tanto canalizaciones de agua que se han construido en su interior y han comenzado a debilitar sus cimientos.

El fuerte es, junto a las excursiones en camello al desierto del Thar, el punto fuerte de Jaisalmer. Es obligatorio perderte por las callejuelas llenas de havelis, aunque en más de una ocasión tendrás que «hacer frente» (tranquil@, no hacen nada) a alguna de las vacas que se plantan en medio de un callejón de 50 cm de anchura.

Otro visita imprescindible dentro del fuerte es el Palacio del Marajá, ¡cómo vivían los jodios! Para enterarte de algo coge una audio guía en castellano (está incluida en la entrada).

Hay 8 templos janistas en Jaisalmer y debes descalzarte para poder visitarlos. No está permitido entrar con artículos de piel (bolsos, cinturones) en su interior.

El jainismo es una religión típica en esta zona de la India y creen en que todo ser vivo (animal o vegetal) posee alma, así que… ¡ojo como te esté dando la lata una mosca delante de un jainista!

Según su religión todos los seres tienen su importancia dentro del universo y todos son iguales. No comen carne ni nada que tenga vida, tampoco cebolla o ajo porque las consideran impuras.

Quizás te estés preguntando…¿qué puñetas es una Haveli? Te dejo un enlace a la Wikipedia que lo explica requetebien.

La ciudad antigua está repleta de Havelis edificadas en piedra caliza por los ricachones comerciantes de la época. Una de las más chulas es Patwa-Ki-Haveli, que a parte de la belleza arquitectónica, tiene unas vistas del fuerte impresionantes.

En la mayoría de ellas hay que pagar entrada para poder visitarlas y en las que te digan que la entrada es gratis… seguro que tienen una tienda de pañuelos montada en algún escondite de la casa para endiñarte alguno.

¡C’est la vie!

La excursión típica de todos los turistas que llegamos a Jaisalmer es el desierto del Thar. La primera vez que leí sobre este desierto, planeando mi ruta por India, me imaginaba kilómetros y kilómetros de dunas de arena, oasis, caravanas de camellos, Aladín y las mil y una noches…¡Qué ingenua!

Siento decirte que de eso nada monada, el desierto del Thar más que un desierto es un secarral puro y duro con 2 carriles de dunas y gracias. Entonces…¿Por qué gastarte la pasta en esta excursión? Realmente, aunque no sea el típico desierto al uso, la excursión sí tiene su encanto y te explico las razones:

En mi caso no cogí el paquete habitual que te ofrece todo el mundo de paseo en camello + noche en el desierto. Opté por la excursión de un día (salimos a primera hora 7-8 de la mañana y regresamos a las 8-9 de la tarde) y a parte de estar dos horas paseando en camello también visitamos otros lugares como los cenotafios reales de Bada Bagh o el templo jainista de Lodruva.

Tras descubrir estas maravillas arquitectónicas nos acercaron hasta las dunas de Sam donde nos esperaban los camellos (a parte de las dunas de Sam, otra opción es visitar las de khuri). El recorrido en camello duró unas 2 horas, lo suficiente para quedarme a gusto y con el culo en mi sitio. Sobre las 5-6 de la tarde nos dejaron en las dunas para que disfrutásemos del atardecer mientras los indios que nos acompañaban preparaban la cena. El espectáculo de estrellas es impresionante, nunca he visto tantas (¡y eso que soy de pueblo¡) ni tan cerca, casi casi las puedes tocar. XD

Después de cenar, recogimos los bártulos y de vuelta a Jaisalmer. Muchos «camel safari» ofrecen dormir en el desierto, pero a no ser que seas un mega friki de los desiertos, yo no lo recomendaría…¡aunque para gustos los colores!

En conclusión la excursión de 1 día merece la pena por los lugares que visitas, por el paseo en camello,  por la puesta de sol, por las mil y una estrellas que contemplas y  sobre todo por la cena con ellos.

• En verano hace un calor que te cagas.
• Alojamiento: En Fifu Hotel vas a sentirte como un marajá, tanto el hotel como el personal ofrece un servicio de 10. Se trata de un hotel perfectamente integrado en una Haveli, muyyyy recomendable.
• Vuelos: ¡Reserva los vuelos a Delhi antes de que suban!
• Si lo quieres flipar en el desierto cómprate unas galletitas con bhang.

• Ojo, algo que NUNCA te puede faltar si viajas por libre es un seguro de viaje. Sí, yo también he viajado en el pasado a lo loco pensando que nunca me iba a ocurrir nada pero… “al que anda le pasa”. Esto es como las vacunas, por favor, coge un seguro, el que más rabia te de pero lleva siempre uno. Si lo reservas desde aquí, tienes un 5% de descuento por ser lector de este blog.

• Desde el hotel 1st Gate, hay unas vistas increíbles del fuerte para darte un caprichito mientras cenas, pero la comida no es muy allá va.
• Alquílate una moto y antes de dejarla vende la gasolina.  Sólo tienes que acercarte a algún grupito y decir las palabras mágicas: «I want to sell fuel«. 200 indios se agolparán con botellas de agua para rellenarlas con tu precioso «líquido dorado».