Qué ver en Railay: paraíso de playas, escalada y «penes» en Tailandia

Seguramente estés leyendo estas líneas porque has visto las palabras paraíso, tailandés y PENE y tu curiosidad ha sido más fuerte que el miedo a que tu jefe te pille navegando por internet .

Si eres hombre y has relacionado penes, Tailandia y mujeres desnudas a “tutti plain”, lo siento, este artículo no va de “ESO”. Abre otra pestaña en el navegador para esas páginas, ¡marrano!

Vamos al lío.

Todos relacionamos Tailandia con playas paradisíacas, no me digas que nunca te has quedado embobado mirando el escaparate de cualquier agencia de viajes pensando: “joder, ahí tengo que ir alguna vez en la vida, igual cuando me case…”.

Pues sí, alguna vez en la vida tienes que visitar Tailandia. Sí, ya sé que te está pasando por la cabeza: “mira la tía esta que flipada, ¿me lo pagas tu?”

Antes de que me saltes al cuello tienes que saber que puedes visitar Tailandia sin empeñar un riñón. Todo depende de elegir maleta o mochila, resort o palomar.

Llegando a la conclusión de que sí, te vas a Tailandia… ¿Sabes qué lugar paradisiaco no puedes perderte? RAILAY y sus penes.

Tailandia tiene dos costas principales, lo que viene siendo el Mediterráneo o el Cantábrico en Spain.

Railay se localiza en la costa oeste, en el mar de Andamán, cerquita de Krabi y Ao Nang.

Si estás en Bangkok puedes llegar hasta el paraíso de cuatro formas:

1. Avión de Bangkok-Krabi
2. Avión de Bangkok- Phuket. Desde aquí puedes coger un bus a Krabi
3. En tren desde la estación de Hua Lampong en Bangkok hasta Krabi. La experiencia de montar en tren en Tailandia mola, y si coges tren nocturno más (si eres aventurero claro, si te gusta viajar a cuerpo de rey NO).
4. La muerte total en autobús desde Bangkok a Krabi.

GUAY, ya estás en Krabi, sólo queda un paso más…¡llegar a Railey!

Desde Krabi tienes que coger una “fragoneta” o pick up que te acerque hasta el pueblo costero de Ao Nang. La furgoneta te soltará junto a otros 100 turistas en el embarcadero de Ao Nang destino Railay porque el puñetero destino al que te quiero enviar sólo es accesible por mar.

No esperes ver aparecer un barco tipo “Transatlántico de Vacaciones en el Mar”, las embarcaciones que se mueven por esta zona se conocen como barquitas de cola larga o longtail boat.

Tampoco te pienses que vas a ir holgado, en las barquichuelas meten a más gente que en un concierto de los Beatles con sus correspondientes mochilas y maletas encima.

Y por fin, después de dar más vueltas que un hijo tonto…¡Habrás llegado!

Si sigues rallado porque aún no entiendes por qué hablo de penes…sigue leyendo.

Railay se divide en 4 zonas:

• La playa este. Es la playa en la que desembarcarás con todo tu “petate”. No te sueñes con aguas cristalinas y cocoteros ya que la zona está llenita de manglares. Quizás te has quedando pensando: ”¿qué coño es un manglar?”  Es un bosque pantanoso que surge donde se mezcla el agua dulce del río con la salada del mar. La mayoría de los bares / tiendas y guiris como tu se encuentran en esta zona y a la tarde noche hay bastante ambiente.
• Railay West. Está bien para darse un chapuzón y desde aquí salen muchas de las embarcaciones que te llevan a visitar otras islas.
• Ton Sai: La playa de los escaladores. Puedes llegar hasta aquí a patita desde Railay West cuando la marea está baja o en Longtail boat.
• Phra Nang Beach: lo más de lo más. Ésta sí, aquí me quedaba yo a vivir una temporadita. Imagínate una playa de arena blanca, palmeritas, peñascos rocosos que emergen del mar, paredes verticales que se precipitan al mar azul turquesa y ¡un montón de PENES! NO, no es que la playa sea exclusiva para hombres, si no que en una de las zonas laterales puedes encontrar un santuario en el interior de una cueva llenito de figuritas con forma de miembro masculino.

• Tocarte el higo.
• Escalar. Hay muchos cursillos de escalada con cuerda que puedes reservar en los chiringuitos de la playa Este. Railay es un destino muy conocido para los escaladores con más de setecientas vías en piedra caliza sobre el mar de Andamán.
• “Pack guiri” de excursión en barco por otras islas de la zona como Bamboo Island, Phi Phi, Maya Bay. Se trata del típico tour en el que montan a 200 turistas en un catamarán y les pasean por las playas e islas más conocidas. La excursión suele incluir equipos de snorkel y comida de cuartelillo en Phi Phi. Es turistada pero te lo pasas bien.
• Subir al mirador. Un caminito lleva de East Railay a Phra Nang Beach, a medio camino, a la izquierda verás una pared de tierra y rocas rojiza con una cuerda…¡por ahí se sube al mirador! Yo me cagué viva para subir y bajar pero lo hace todo el mundo y las vistas desde arriba están muy chulas.
• Llegar a la laguna. Una vez hayas subido al mirador tienes dos opciones: bajar de nuevo o continuar por otro camino hacia una laguna de agua dulce. Llegar hasta el laguito de los cojones no es fácil y requiere nociones de escalada porque en alguno de los tramos lo único que tienes es una cuerda y una pared vertical.
• Visitar la cueva conocida como “Diamond Cave». No es muy grande, en 15 minutos la has recorrido pero las formaciones rocosas de su interior son una pasada.

• Ojito con los monos. En Phra Nang Beach es mejor que te bañes por turnos si sois dos o sólo lleves una toalla. En cuestión de segundos manadas de monos cabrones salen de la nada, te abren la mochila y se llevan lo que pillan.
• A media mañana o media tarde suele llegar otra manada, esta vez de japoneses, que desembarca en Phra Nang Beach cámara en mano y con muchas ganas de que TODO quede inmortalizado. Tranqui, la agonía de estar rodeado de peña por todas partes dura poco. Tras 10 min todos se vuelven a montar en el barco que les trajo con destino a otra isla.
• No vayas de guay y pretendas llegar a la laguna en chanclas, a no ser que pretendas despeñarte. Vete con unas buenas zapatillas/botas o tendrás que darte la vuelta.
• Si coges el “pack guiri” asegúrate de que te lleven a Maya Bay, la playa-paraíso que sale en la peli de DiCaprio “La Playa”. TOOOOOODOS quieren visitarla y en ocasiones, hay tantos catamaranes, que el barco no tiene espacio físico para desembarcar.

• Ojo, algo que NUNCA te puede faltar si viajas por libre es un seguro de viaje.

  Sí, yo también he viajado en el pasado a lo loco pensando que nunca me iba a ocurrir nada pero… “al que anda le pasa”. Esto es como las vacunas, por favor, coge un seguro, el que más rabia te de pero lleva siempre uno. Si lo reservas desde aquí, tienes un 5% de descuento por ser lector de este blog.