Poblados flotantes del Tonle Sap

Camboya es un país increíble, no tan saturado turísticamente como sus vecinos Tailandia y Vietnam pero con el mismo encanto oriental del Sureste Asiático.

La mayor parte del turismo camboyano se centra en los conocidísimos templos de Angkor (norte del país) donde Angelina Jolie suda la camiseta en la película Tomb Raider.

Pero a parte de estos templos, Camboya tiene mucho más que enseñar, por ello te propongo un plan alternativo para llegar hasta allí, con el que descubrirás la Camboya más profunda, sigue leyendo.

Desde Tailandia, una buena opción es tomar el vuelo Bangkok-Phnom Penh con la compañía aérea Air Asia (¡ojo! los vuelos salen desde el aeropuerto Don Mueang).

Si tu bolsillo anda flojo no te preocupes, el trayecto ronda los 35 euros.

La mejor forma de entrar en el país es vía aérea por dos sencillas razones:

1. Todo el papeleo y visado de entrada correspondiente te lo gestionan en el mismo aeropuerto. Basta con llevar el pasaporte (vigencia mínima de 6 meses de expiración) una fotografía tamaño carnet y 20$ en efectivo (en 2014).
2. No serás un número de turista más en el contador de timos. El paso de la frontera por tierra es uno de los timos del Sureste Asiático más conocidos.

Si aún así te gustan las emociones fuertes y estás decidido a cruzarla, sigue leyendo el post sobre cómo cruzar la frontera terrestre entre Tailandia y Camboya. En el artículo te cuento todo lo que tienes que saber para no morir en el intento (que no cunda el pánico, no te van a atacar, sólo a sacarte unos dólares de más).

Acércate hasta la “estación de autobuses” de Phnom Penh. Al llegar comprobarás que de estación de autobuses tiene bien poco: suelo de tierra rojiza, un puesto ambulante de comida y una taquilla. Sí, es ahí. Compra un ticket de autobús hacia Pursat (unas 2-3 horas de viaje).

Aquí comienza la fiesta. Tu te montas en el autobús buscando como loco tu sitio para relajarte pero sorpresaaaa, es probable que te toque ir sentado en el pasillo del autobús. Allí los problemas de espacio no existen, ¿que no cabe más gente? pues nada, te sacan unas sillitas de plástico y la mar de a gusto todos. Si te ocurre esto, ni te amargues ni te preocupes, recordarás para siempre este tipo de anécdotas con mucho cariño.

El autobús parará varias veces durante el trayecto, tampoco te preocupes, es tradición camboyana hacer varias paradas para que la gente vaya al servicio, compre algo de comida, etc.

Pursat tiene poca oferta hotelera, pero es la base más cercana para llegar hasta nuestro poblado flotante. Desde Pursat DEBERÁS NEGOCIAR con un tuc-tuc tu viaje hasta el poblado, el trayecto ronda la hora de viaje.

Esa hora de viaje disfrutaras como un enano, los arrozales, las palmeras, las casitas de madera sobre pivotes…increíble… A 200km/h por un barrizal.

Ahora sí, has llegado a uno de los poblados flotantes sobre el lago Tonle Sap, Kompong Luong, cuyos habitantes son de origen vietnamita. La sensación que tienes al llegar es la de un explorador perdido por el mundo. No hay turistas, con suerte verás a uno o dos con el que cruzarás miradas de asombro.

Kompong Luong es un pueblo flotante en toda regla, en el que las barcazas se alinean formando canales. Entre estas viviendas-barquita puedes encontrar de todo, desde un mecánico a un dentista, pasando por la escuela y la gasolinera. Aquí descubrirás la auténtica esencia camboyana, cómo viven y cómo trabajan.

¿Te lo vas a perder?

• Chong Kneas es el más turístico por su cercanía a Siem Reap. Se ha convertido en un lugar atestado de turistas donde la autenticidad de los camboyanos se ha perdido deslumbrados por los $.
• Phoum Kandal y Chong Kos, en estas aldeas flotantes apenas hay turistas y se puede acceder directamente desde la localidad de Kompong Chhnang.

La ruta hacia los templos de Angkor obliga a realizar parada y fonda en Battambang. Para desplazarte hasta allí tienes que regresar a Pursat y coger un autobús hasta Battambang.

La llegada es alucinante, decenas de camboyanos te esperan jaleando y luchando entre sí para llevarte a tu hotel o guest house.

Si no tienes ninguno reservado, ojea alguno en la guía antes de llegar para no sentirte atacado por la masa. De todas formas, esta batalla puede jugar a tu favor, ya que podrás negociar un buen precio.

• Ojo, algo que NUNCA te puede faltar si viajas por libre es un seguro de viaje. Sí, yo también he viajado en el pasado a lo loco pensando que nunca me iba a ocurrir nada pero… “al que anda le pasa”. Esto es como las vacunas, por favor, coge un seguro, el que más rabia te de pero lleva siempre uno. Si lo reservas desde aquí, tienes un 5% de descuento por ser lector de este blog.

• Vuelos: ¡Reserva los vuelos de Bangkok a Camboya antes de que suban!
• Alojamiento: Echa una ojeadita a los hoteles de Battambang.