Los 12 cenotes más alucinantes de Riviera Maya

Riviera Maya es a los cenotes como Valencia a la paella, una experiencia inseparable.

Sí, lo sé, quieres acertar en tu elección pero no sabes por dónde te da el viento. Unos te recomiendan uno, tu primo otro, el primo del primo del primo otro… puffff, un jaleo.

Te he preparado una chuletita con los 12 cenotes más alucinantes de la península de Yucatán pero antes…

Antes quiero que sientas el ambiente que se respira en un cenote, que te metas de lleno en la historia y te traslades conmigo a México en un plis plas.

¿Cómo?

Relájate y escucha.

Los cenotes son lugares mágicos que, obviamente, todo turista que se precie quiere conocer.

Puede que ya sepas qué tipo de misterios esconden sus aguas o que no tengas ni puñetera idea de que estoy hablando.

Si estás en el segundo bando, no te preocupes.

Te voy a contar qué es un cenote, cómo se forma y qué leñes ocurría en ellos unos siglos atrás.

¡Allá vamos!

Un cenote es una cámara subterránea (una cueva para que nos entendamos), abastecida de agua dulce que procede de torrentes fluviales y en algunas ocasiones de agua salada que llega o filtra desde el mar.

¿Cómo se crea ese agujeraco en las profundidades de la tierra?

Los cenotes son típicos de los terrenos kársticos, en los cuales, el agua procedente del mar y de la lluvia, se filtra disolviendo la roca caliza y generando estas cavidades y redes fluviales subterráneas.

No solo los humanos vamos cumpliendo años y arrugándonos como pasas, los cenotes también sufren de envejecimiento.

Podemos dividir los tipos de cenote que existen atendiendo a su edad y morfología:

• Cenote cerrado o bebé. El agua de la lluvia no ha erosionado la roca caliza y conserva la cúpula. En muchos de ellos el acceso suele ser complicado a través de túneles inundados por los que solo se puede acceder buceando.
• Cenote semiabierto o cenote adolescente. En la parte superior, la erosión del agua ha abierto un agujerito por el que penetra el líquido elemento, los rayos de sol y algún que otro turista intrépido.
• Cenote a cielo abierto o jubilado. Con el paso de los años todo se cae, también su preciosa cúpula, dejando a la vista todos sus encantos. El resultado son cenotes circulares a cielo abierto con paredes verticales y gran vegetación en sus inmediaciones. El cenote abierto más famoso de Riviera Maya es el Cenote Sagrado de Chichen Itzá, en el cual los mayas precolombinos llevaban a cabo rituales y sacrificios religiosos.

Para los mayas, los cenotes eran una ventana al mundo de los muertos.

A través de ellos, y mediante una serie de rituales de peli de terror, contactaban con los dioses del inframundo como Chaac, dios de la lluvia que habitaba en la profundidad de sus aguas.

Los cenotes fueron a los mayas lo que el Whatsapp es a los millenials, una manera de ponerse en contacto un tanto peculiar.

Uno de los rituales más conocidos era el denominado Chak ku que consistía en arrojar víctimas (generalmente niños entre 3 y 11 años) en el interior de dichos cenotes.

Para la cultura maya, la sangre era el mejor regalo que podían entregar a los dioses,  y uno de los rituales para rogar por la lluvia era el auto sangrado.

Agárrate que viene curva.

El sacerdote se lesionaba su miembro con una espina de pez raya para verter su sangre en el cenote que simbolizaba el útero femenino de la tierra.

Tócate los piiiiiiii, Mari Loles.

Con lo fácil que era tararear un clásico: “Ojalá que llueva café en el campo” o poner a cantar al más desfavorecido vocal del pueblo.

Si quieres saber más sobre los mayas y su “particular” forma de rogar por la lluvia, échale un ojo a este artículo en el que el arqueólogo mexicano Guillermo de Anda habla sobre el tema.

En la península de Yucatán, apodada turísticamente como Riviera Maya, hay más de 19.000 cenotes registrados.

A no ser que te vayas a jubilar en esta parte de México, como mucho podrás ver un par durante tus vacaciones.

Te dejo un listado de los más conocidos, con una breve explicación de cada uno:

El cenote Ik Kil o cenote Azul se sitúa a 3 kilómetros de Chichen Itzá y, al igual que el cenote Sagrado, es de tipo abierto.

Tiene un diámetro de 61 metros y, gracias a unas escaleras excavadas en la roca, puedes bajar hasta el nivel del agua para darte un chapuzón.

La profundidad de la piscinita natural es de 40 metros.

El cenote Samula, imagen con la que comienza este artículo, se localiza a un kilómetro del poblado Dzitnup, muy cerca de la ciudad de Valladolid.

Es de tipo semiabierto y por el agujerito de su cúpula penetran las raíces de los árboles y los rayos de luz  mañaneros,  iluminando la superficie del agua de una manera mágica.

Cuenta con unas escaleras de madera para acceder hasta las profundidades de la cueva. El pocito de agua tiene nada más y nada menos que 13,5 metros de profundidad.

Su significado es «centro de piedra» y es un cenote de tipo semiabierto con un pequeño orificio en la bóveda a través de la cual pasan los rayos de sol.

Se localiza en el rancho ganadero-ecológico Suytun, en el kilómetro 8 de la carretera que une la ciudad de Valladolid con Puerto Juárez.

En este cenote no se puede practicar el buceo ya que sus aguas tan solo tienen una profundidad de 5 metros.

Como característica diferenciadora del resto, puedes caminar hasta el centro del cenote por una pasarela de piedra y desde allí lanzarte al agua estilo bomba o cachalote.

Situado a 4 Km. de las ruinas arqueológicas de Tulum, es uno de los cenotes más conocidos de la Riviera Maya.

Tiene forma de media luna y es de tipo abierto.

Es apto para amantes del snorkel y del buceo ya que pueden realizarse ambas actividades.

Chac Mool o también conocido como “Garra de Jaguar”, se localiza a 20 kilómetros de Playa del Carmen.

Sus aguas alcanzan una profundidad máxima de 14 metros y es el cenote perfecto si te gusta el buceo ya que puedes realizar un recorrido por cuevas en las que se mezcla el agua dulce con la salada, generando imágenes espectaculares.

Xkekén significa cerdo en lengua maya y su nombre deriva de una leyenda local.

Según cuenta la historia, un cerdo de una granja local desaparecía y siempre regresaba lleno de barro, aún estando en época de sequía.

Un día, decidieron seguirle y fue entonces cuando descubrieron que el cerdito feliz llegaba hasta las aguas poco profundas de este cenote donde se bañaba y retozaba en el lodo.

Se trata de un cenote semiabierto, plagado de estalactitas que descienden de la bóveda como colmillos afilados. En la parte superior, una abertura permite la entrada de los rayos de solete.

Se encuentra a 3 kilómetros de la ciudad de Valladolid.

Se localiza junto al recinto arqueológico de Chichen Itzá y es uno de los más famosos debido a los rituales y sacrificios mayas que se realizaban en las inmediaciones y los objetos recogidos en el fondo de sus aguas.

Es un cenote abierto con una boca de 60 metros de diámetro y paredes verticales de 15 metros de altura.

El agua alcanza una profundidad de 13 metros.

Se localiza a 25 kilómetros de Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo y, como te habrás imaginado, el nombre hace referencia al Taj Mahal.

Los primeros exploradores que recorrieron sus galerías lo apodaron de esta forma debido a la belleza de sus sistema de cuevas.

Hoy en día recibe el nombre de Tajma-Ha como derivación del vocablo maya Ha que significa agua.

Es uno de los mejores cenotes para bucear con botella debido a sus espectaculares cavernas y el juego de luces que se genera con el contacto entre agua dulce y agua salada.

La profundidad máxima es de 40 metros.

El cenote Ponderosa o Jardín del Edén está a 24 kilómetros al sur de Playa del Carmen y su nombre hace honor a la gran vegetación que lo rodea.

Es de tipo abierto y tiene una profundidad de 13 metros.

Para muchos buceadores es el paraíso del buceo en cavernas y está formado por 3 cuevas conectadas a través de ríos subterráneos. Hay dos rutas de buceo con una duración aprox. de 45 minutos cada una.

Está situado a 24 kilómetros de Tulum.

Situado a 26 kilómetros de Playa de Carmen, es el cenote perfecto para realizar snorkel o buceo y pasar un día tranquilo en medio de la naturaleza.

La poza principal es de tipo abierto pero se conecta con otros cenotes de tipo caverna o gruta a lo largo de 10 km de cavidades y cuevas bajo el agua.

Su nombre significa lugar de aguas escondidas y es un cenote de tipo caverna o subterráneo al que se accede por un pequeño agujero.

Se sitúa en el Km 307 de la carretera que une Tulum con Playa del Carmen.

El cenote más grande del mundo es el Zacatón, situado en el noreste de México.

Tiene una profundidad de 335 metros y un diámetro de 110 metros.

Vamos, como para hacer el chorra-bobo en el borde y caerte dentro si nadas a lo perro como yo…

En 1994 el buzo Sheck Exley murió intentando alcanzar el fondo de sus aguas; su compañero, Jim Bowden, llegó a los 282 metros y logró sobrevivir.

El misterio que rodeaba la profundidad de esta sima se resolvió en el año 2007 gracias a una investigación de la NASA en la que se utilizó un robot con tropecientos sensores y cámaras para llegar al «meollo».

1. Ni se te ocurra visitar un cenote sin repelente de mosquitos.  Si hay algo que gusta a estos bichos del infierno es la combinación de agua + calor + sangre fresca.
2. Nunca te zambullas en las fresquitas aguas del cenote sin ducharte antes. Las cremas solares y demás ungüentos que nos ponemos encima contaminan el agua y acaban con los pececillos que viven en ellos.
3. Échale un ojo a esta guía de Riviera Maya con la que vas a despejar muchas dudas.