Los 8 timos más típicos en Tailandia

Viajar al Sureste Asiático supone ir preparado para los múltiples intentos de ser timado y re-timado.

Antes de mi viaje a Tailandia, me documenté bastante en foros y blogs de viajes sobre las conocidas tretas de los amigos thai para sacarte los baths. Los avispados tailandeses te timarán sin que te des cuenta, son unos cracks.

Para evitar todo esto…¡Sigue leyendo!

Después de un viaje de 7-8 horas de avión hasta Bangkok solo sueñas con coger un taxi, tirarte en la cama del hostal/ hotel y descansar. Lo siento pero la llegada va a ser un poquito más complicada, nada más pisar el país tendrás que lidiar con el primer timo: los taxis.

Al salir de la terminal verás una cola esperando a que una señorita escriba el nombre del hostal / hotel en tailandés y se lo entregue al taxista. Primer error, lo único que consigues es que te cobren en doble por el simple hecho de ser turista. Para a un taxi y oblígale a poner el taxímetro (la mayoría se negará) pero siempre hay alguno que accede.

La única forma de llegar a Khao San Road es el taxi, en caso de alojarte en otras zonas puedes olvidarte de los taxis y coger el Skytrain (tren rápido, limpio, helador y libre de engaños). Por el Taxi + suplemento de autopista no debes pagar más de 300-350 baths (en 2014), si te cobran más, bienvenido al mundo del timo.

En cuanto pares medio segundo a mirar el mapa,  por arte de magia aparecerá un amable tailandés que te preguntará a dónde quieres dirigirte. Tú cortésmente le contestarás y ¿Cual será su respuesta? OOOHHH el templo xxxxxxxxx (pon el nombre que quieras) está cerrado por ser “Budha’s Day”.

Aquí entra en juego el tercero de nuestros timos…

El tuc-tuc es una especie de carromato-moto-triciclo que tiene su origen en Japón y sustituyó al hombre tirando del carro. En Tailandia su uso y disfrute lo han rentabilizado a base de guiris indefensos.

Tal como te explicaba en el segundo punto, el amable tailandés te organizará en medio segundo un recorrido en tuc-tuc por templos muchísimo más bonitos, por supuesto,  que ese que ibas a visitar.  NO TE MONTES, de lo contrario templos verás pocos, pero “agencias de viajes”, tiendas de trajes y tiendas de joyas, todas las que quieras y más.

Por supuesto, en todos esos lugares lo único que quieren es sacarte la panoja y si lo consiguen el tuc-tucquero y su amigo el tailandés amable se llevarán su comisión.

En mi primera experiencia como turista timada, el tuc-tuc nos dejó tirados en medio de la nada al comentarle que no le íbamos a pagar por habernos engañado, así que ya sabéis, TUC TUC= ROBO (por lo menos en Bangkok).

Ahora te preguntarás…¿Cómo me desplazo entonces si estoy alojad@ en Khao San y no llega el Skytrain?

No te preocupes, existen dos medios de transporte baratos y muy eficaces: el barco por el río Chao Phraya y las barcas por los canales.

De cómo desplazarte por Bangkok y no morir en el intento te hablaré en un próximo post .

¡Ojo! con fumarte un cigarro y tirar la colilla disimuladamente en una alcantarilla o esquina. Una cuadrilla de “guardias” te estarán acechando, esperando ansiosos ese momento para acercarse a ti, e instarte a que les acompañes por haber incumplido la ley.

La multa: 100 euritos de nada bajo amenaza de cárcel. Ni ellos son policías ni tienen autoridad alguna para detenerte o cobrarte una multa.

Hazte el loco y exígeles que llamen a la policía turística, tranquilo no lo harán y se irán por donde han venido.

Este timo suele estar en relación con el amigo simpático y su aliado tuctucquero.

Te llevan hasta una agencia de viajes en la que todos son simpatiquísimos, te muestran recorridos por Tailandia y te organizan todas las vacaciones al mismo precio que una vuelta al mundo en hoteles de 5 estrellas.

Si les dices que te lo tienes que pensar te intentarán acojonar con frases como:

«Te van a timar».

«Todo está completo y no podrás ver nada».

«Tu viaje será una ruina y bla bla bla».

NI CASO, media vuelta y adiós.

De repente, no sabes cómo, estás en una joyería con el simpático tailandés del mapa.

Al joyero se ve que le caes bien (será esa pegada innata que tienes) y te propone el negocio de tu vida, digo de la suya.

Su propuesta:

Fíjate por donde,  el joyero tiene una joyería que va viento en popa en tu ciudad  y tiene que llevar un montón de piedras preciosas y oye…ya que tu vas pallá… ¿Por qué no las llevas tú?

Las piedras, buffff de la mejor calidad y cuestan una pasta… así que le dejas 600 eurillos a él por precaución, porque ya sabes… ¡A ver si te vas a quedar con todo y timar al pobre tailandés sonriente!

Si caes en ésta, lo siento pero el joyero se merece una medalla.

Antes de partir de viaje, da igual tu destino, infórmate sobre el tipo de cambio oficial en ese momento. No te aconsejo que cambies mucho dinero en el aeropuerto, ya que el tipo de cambio es malísimo, pero ni se te ocurra cambiar NADA a simpáticos “magos-cambistas” que encontrarás por la calle.

Te intentan engatusar con un cambio estupendo en el que sales ganando más dinero que en Wall Street, NO, NO Y NO.

¿Qué te puede ocurrir?

A. Te devuelve billetes falsos.

B. Te desaparece algún billete sin que te de tiempo a pestañear, ¡tienen una buena cantera de magos!

La solución: cambia tus cuartos en “casas de cambio” que encontrarás en todas las esquinas, ojea cual te beneficia más y plin.

Esto va dirigido especialmente a los hombres, con pelo y sin pelo en pecho.

Estáis con vuestros amigos en un bar tomando unas cervecitas y por arte de magia se os acercan unas asiáticas estupendas invitándoos a un bar en el que vais a estar la mar de a gusto… ¡OJO!.

No sois los machos más atractivos que han visto, os quieren llevar a un “bar amigo” en el que las copas os saldrán por un ojo de la cara y ellas desaparecerán junto al mago cambista.

Todos estos timos se pueden ampliar a multitud de variantes de hoteles cerrados, monumentos, restaurantes etc etc etc.

MORALEJA: si te dan por ….. es porque te dejas.

Después de leer todo esto y si aún no han visitado el Sureste Asiático quizás te haya dejado acojonado. Tranquilo no te va a pasar nada, a pesar de todos estos “timillos” no me he sentido nunca tan segura como en Tailandia y Camboya, por ello no te agobies, son países muy acostumbrados al turismo y conociendo de antemano estos contratiempos vas a ir más preparado que Macgyver.

• Vuelos: ¡Reserva los vuelos a Tailandia antes de que suban!
• Alojamiento: Echa una ojeadita a los hoteles de Bangkok.