Gran Palacio Real de Bangkok: luces y brillos como para una boda

Una de las visitas obligadas de todo viajero en Bangkok es el complejo que alberga el Palacio Real y el Wat Phra Kaew.

Antes de visitar la capital de Tailandia la imagen que tenía de un palacio difiere bastante de la actual.

¿Cómo te imaginas tu un palacio real? Piensa un rato…

Tic, tac, tic, tac.

Vale ahora quítate todas las imágenes que han venido a tu cabeza de mármoles, lámparas de cristal de bohemia de 1500 kilos y retratos de reyes de dudosa capacidad intelectual a caballo.

Despójate de todo eso y piensa en:

LUCES Y BRILLOS (Tranqui, no es el comienzo de un anuncio de Freixenet).

Y es que a los tailandeses, y a los asiáticos en general, les gusta el “brilli, brilli” y las luces cegadoras más que a Paris Hilton la farra ibicenca.

En el momento de atravesar la puerta del recinto entendí el concepto de “horror vacui” (miedo al vacío) que estudié en las clases de arte de la universidad. Sí, señor, allí no queda ni un milímetro sin un dorado o una escultura reflectante.

Señores de Ray Ban…¡No hay huevos de probar allí vuestras gafas polarizadas!

El Gran Palacio de Bangkok se localiza junto al río Chao Phraya, en torno al cual se ha creado esta gran urbe.

Para llegar hasta aquí evita coger un tuk tuk ya que es muy probable que, en lugar de ver el palacio, visites más tiendas y agencias de viaje que en toda tu vida. 

¿Por qué?

La mayor parte de los conductores de tuk tuk de Bangkok viven por y para los turistas, por ello, en lugar de llevarte hasta el destino que has acordado, se desvían una y otra vez a tiendas.

Su esperanza es que acabes comprando algo: viajes organizados, joyas, ropa o un ataúd para tu funeral, les da igual el qué, el caso es que compres y conseguir así una comisión por la venta.

Si no quieres caer en ninguno de los timos de Tailandia, te aconsejo que te leas este artículo en el que desgrano las 8 engañuflas más habituales de los amigos thai.

Después de este inciso, vamos al ajo.

Para llegar al Gran Palacio de Bangkok lo mejor es que te acerques hasta unos de los muelles del Chao Phraya y cojas alguna de las líneas que paran en Tha Tien, junto al palacio.

Este sistema de transporte es muy efectivo para moverse por Bangkok y súper barato.

Si no te alojas cerca del río no te preocupes, hay más formas de llegar hasta el Palacio.

• A pata. Desde Khao San (barrio mochilero) tienes unos 25 minutos andando.
• Taxi. Cualquiera de los preciosos taxis rosas, verdes o naranjas fosforitos te acercan sin problema hasta allí.
• Autobús.  Las líneas que te acercan son «sólo» 😆  estas: 1, 3, 9, 15, 25, 30, 32, 33, 39, 43, 44, 47, 53, 64, 80, 82, 91, 201, 203, 501, 503, 508 y 512.

Es I-M-P-O-R-T-A-N-T-E que leas este apartado antes de lanzarte como un loco a visitar el Gran Palacio.

En TODOS los templos y palacios de Tailandia se exige etiqueta para vestir.

—«¿Cómo? ¿de dónde saco yo la pajarita, las lentejuelas y los zapatos de tacón?–

No, no se trata de ese tipo de etiqueta sino de esta otra:

Como puedes ver en la imagen superior, no puedes entrar al palacio en camiseta de tirantes, ni de pico, ni a pecho descubierto, ni en pantalón corto, ni pirata, ni ajustado…A todo esto, en Bangkok no bajan de los 40º y 250.000% de humedad.

–¿Qué hago? ¿me compro un burka?–

Lo mejor es que te lleves siempre un pareo encima, aunque para tu tranquilidad en la entrada te prestan (bajo fianza) unos trapitos, con el sudorillo de 3 millones de turistas, para cubrir tus pudorosas piernas y brazos.

Dentro de todo el complejo hay un templo que merece especial atención y reúne a los turistas en masa (ataviados con sus palos de selfie, por supuesto), es el Templo del Buda Esmeralda.

Se trata de una construcción con todo el «brilli» «brilli» imaginable que alberga la talla de un pequeño buda, tallado en jade, de 66 centímetros.

El buda esmeralda descansa sobre una plataforma de varios pisos a la que sólo puede acceder el rey. Nunca 66 cm fueron tan venerados… 🙄

Al templo hay que acceder descalzo y en su interior no se pueden realizar fotografías.

Hoy en día, el rey Rama IX, sólo utiliza el Gran Palacio para ocasiones especiales, así que no esperes verlo dando un paseíto por los alrededores o saludando desde la ventana al «estilo Papa».

Uno de los momentos más inmortalizados por las cámaras de los turistas es el cambio de guardia real. Todos ellos van ataviados con sus mejores galas y, al igual que ocurre con la guardia británica, los tíos pueden ganar cualquier concurso de aguantar la risa porque ni pestañean.

El Gran Palacio es una visita ineludible si visitas Bangkok. Otro de los lugares que no puedes perderte es el Barrio Chino o las vistas desde alguno de los rooftop de la ciudad.